“Necesitamos desarrollar esta conciencia de que hoy o nos salvamos todos o no se salva nadie”
Fratelli Tutti, punto 30.
Papa Francisco
En el año 2019, el papa Francisco convocó a jóvenes emprendedores, emprendedoras, agentes de cambio y economistas de todo el mundo a encontrarse en Asís, Italia para crear un “pacto para cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana”. Ese fue el lema utilizado para el proyecto denominado “Economía de Francisco”.
El Papa rememora la invitación y la vida de San Francisco de Asís quien se despojó de sus riquezas para hacerse hermano universal y quien le dio una visión a la economía en la que debía incluirse a “la hermana madre tierra”. En esta misma tónica, el Papa Francisco invitó a aquellos que estuvieran involucrados en el estudio y la construcción de una economía más justa e inclusiva en que se pueda compartir las ideas y los hechos a través de los cuales poder concretar este proyecto.
La invitación fue enviada para el mes de marzo del año 2020 y tenía la expectativa de celebrarse de manera física en Asís, pero, debido a la emergencia sanitaria causada por el Covid19, dicho encuentro se llevó a cabo de manera virtual. Contó con la participación de tres mil jóvenes de 120 países, 3 premios nobel y una gran cantidad de expertos, quienes compartieron sus saberes y experiencias a través de encuentros virtuales en las 12 aldeas temáticas que se han diseñado (Vatican News, 2022).
Este año, el evento vuelve a tener fecha y lugar de encuentro: del 22 al 24 de septiembre en Asís. El trabajo estará centrado en 12 ejes temáticos (también llamados aldeas) que representan aquellos puntos significativos en la economía de hoy y del mañana, estos serán: Trabajo y Cuidados; Energía y Pobreza; Vocación y Beneficios; Finanzas y Humanidad; Co2 de la desigualdad; Políticas Públicas de la felicidad; Vida y estilo de vida; Economía y las mujeres; Managment y don; Negocios en transición; Negocios y Paz; y, Agricultura y Justicia (EoF, 2022).
Tal como lo dijo en la Encíclica Laudato Sí y lo reiteró en la invitación hecha en el 2019 a los jóvenes: “todo está íntimamente conectado y la protección del medio ambiente no puede separarse de la justicia para los pobres y de la solución de los problemas estructurales de la economía mundial. Por lo tanto, es necesario corregir los modelos de crecimiento que son incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente, la acogida de la vida, el cuidado de la familia, la equidad social, la dignidad de los trabajadores, los derechos de las generaciones futuras”.
Por ello, como IMDOSOC nos unimos a la invitación y al trabajo al que el Papa nos ha convocado. Estamos seguros de que la reflexión y la acción de este trabajo exige vincularnos con otras y otros, tejer redes para la acción y sobre todo, tomar en cuenta nuestra realidad mexicana y latinoamericana que ya es suficientemente dolorosa y que nos pide urgentemente ser atendida.
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